Sexy Japonesa En El Hotel

No tardamos en llegar al salón donde ella dio un respiro a la lujuria invitándome a sentarme en el sofá. La eché sobre la cama y la rodeé nuevamente con mis brazos. Porno Por entonces, sus caderas oscilaban ligeramente de un lado a otro y con respiración entrecortada gritaba: ¡dios… siii… me voy… dios…!Aquello me animó a darle mayor placer y a trabajar con más ligereza con mi lengua. Tal y como habíamos quedado, María (que así se llamaba) y yo salimos juntos de la facultad en dirección al aparcamiento. Me moví al principio lentamente, saboreando ese inmenso placer. Me bañó toda la cara e incluso el pelo.Un inmenso chorro de líquido amarillo y salado invadió mi rostro y una erección surgió de mi interior. Le besé la raja, le chupé los labios y posé mi boca en su parte superior. Al llegar al coche no dudamos en besarnos y poner una sonrisa de oreja a oreja en señal de prueba superada. Su pequeña estatura permitía montarla sin dificultad y sus muslos se abrazaron a mi cintura. Su pequeño tamaño me permitía manejarla a mi antojo y posando mis manos en su culo, llevé su coño hasta mi boca sedienta. Parecíamos verdaderos amantes que se esconden de las miradas de la gente

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