Era adicta al fitness y obsesiva con sus curvas. Una marquita sumamente erótica. Porno La miré desde mi posición y Alejandra cerraba sus ojitos totalmente entregada.Salió de su postura en ese banco de madera de patas largas y se agachó a chupármela. Era divina. Una de pelo oscuro, morenita muy linda y una rubia que estaba el triple de linda que su compañera. No me moví por un rato hasta que de a poco fue retomando fuerzas.–La quiero en el culo please – dijo con su vocecita desvanecida después de haber acabado.Tenía la colita colorada tras esas primeras embestidas. Me tomé un tiempo y en la vereda del local conversamos de un modo más ameno.Alejandra muy avergonzada me pidió si le podía prestar dinero. Yo observando la escena desde adentro cuando mi puta esposa le ofreció el culo en esa postura al voyerista vecino de enfrente, éste sacó su pene duro y lo dejó a la vista de quién lo quiera mirar y se masturbaba como si estuviera en la intimidad de su habitación.Le hice un gesto a mi mujer para que mirase, ella se dio vuelta, acostándose boca arriba, se sacó la parte de arriba y quedó en topless.
