Me contemplé en el espejo y no lo podía creer, realmente parecía el trasero de una joven adolescente, si hubiera tomado una foto y mostrado a mis amigos, estoy seguro que a todos los excitaría y nadie notaría que no era un culo de chica y vaya que chica.Me puse un pantalón y calcetines para que no se notaran las medias y una playera deportiva que dejé por fuera del pantalón para evitar que se me llegara a ver el borde superior de la tanga.El trayecto al parque fue muy excitante, porque sentía que la telita en medio de mis nalgas rozaba mi hoyito y todo el trayecto fui con la verga parada, la cual salía por un lado de la tanga y tenía que tratar de acomodármela disimuladamente.Como siempre ya estaba Roberto esperándome y me subí rápido al coche, como sabía que no quería que alguien nos viera, en esta ocasión no trató de besarme pero me sonrió y poniendo una mano en mi pierna me preguntó si no había olvidado ponerme la ropita de su ex-mujer.No respondí, pero alzando la playera y bajando un poco mi pantalón le mostré la parte superior de la tanguita.– Ufff, mami, me encantas, mira cómo se me ha puesto dura, espero hoy si
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