Que estaba a unas diez cuadras de mi casa. Por supuesto que me dolía y gritaba. Porno gratis Cerré los ojos y sentí otras manos callosas en mis nalgas, otras apretaban mis tetas. Todo el trayecto sentía mis pezones duros de excitación. Luego vino la primera descarga de semen en mi boca.—No lo tragues.—¡no te los comas!Todos repetían lo mismo, y el semen seguía llegando. Subí y el rector no pronunció ni una sola palabra. —dijo y yo di gracias a Dios, se balanceaba suavemente y un calor dentro de mí me hacía jadear, me recargue en el lavabo para recibir sus embestidas que se hacían más fuertes e intensas.—Ya no te voy a compartir, eres mía —me excitaba sentirme usada, tenerlo dentro no quieres separarme, su verga me taladraba sin piedad y al fin sentí su líquido caliente en mi interior. Resulta que Víctor subió un par de fotos de mi cara llena de semen a un sitio en internet. Y no entendía como tuve que esperar dieciocho años para sentirme deseada.
