Esa risa juguetona suya fue lo último que escuché antes de verla desaparecer en la oscuridad.No podía creer lo que acababa de pasar. Me pareció aún más bonita. Porno gratis Puso cara seria, y con un tono más firme de lo normal, me soltó:Mamá: ¿Con quién estabas?La expresión de su rostro era de sospecha, casi enojada.Mi corazón dio un brinco. No recuerdo lo que me dijo mientras caminábamos a la puerta, porque mi mente seguía atrapada en sus palabras. Era su hija. Mi reacción lógica era regañarte, alejarte… o lanzarte una cachetada. Verdadero.Y entonces, alzó su rostro hacia mí y me besó.Yo no dudé en corresponder. Caminamos en silencio, cruzándonos miradas, sintiendo esa tensión que no necesita palabras.Cuando llegamos, abrí la puerta y le pedí que pasara. Nuestros cuerpos conectaron sin necesidad de más. Con nadie, Ma… vengo de la escuela.Mamá: Ajá…Respondió como dudando de mí. Venía con sus lentes y su cabello suelto. Mi casa está a unos 20 minutos, y por la zona donde vivo no pasa transporte público, así que siempre me voy a pie, ya sea con amigos o solo.Mientras caminaba, mi mente no dejaba de dar vueltas.
