– Preguntó Leo a Elisa.Mucho, ha sido genial – me miró -, ¿verdad?Sin duda, un espectáculo.Leo pasó una de sus manos por los pechos de Elisa.Él ya sé que ha disfrutado – le dijo -, me interesa especialmente tu opinión sincera.Lo he disfrutado – le hizo saber Elisa -, mucho, ha sido genial y ultracaliente.Leo sonrió satisfecha.¿Quién sabe? Porno gratis Leo se inclinó sobre su coño y empezó a comérselo con auténtica devoción. A veces me besaba, me sonreía, bajaba su mano por mi espalda, incluso algún azote me dio. Échalo todo ahí, lo deseo.Diciéndome esto no dejaba de acariciarme, sus manos en mi cuello, por mi cara, en actitud absolutamente seductora, como solo ella sabía hacerlo. Leo se la sacó de la boca y la acarició con la mano, mirándome.A punto, ve – me dijo.Entré en el baño y Elisa estaba en el jacuzzi, hundida hasta el cuello con los ojos cerrados. Leo giró a Elisa y, abriendo sus piernas, se coló entre ellas, atrapándola en una tijera y frotándose. – Preguntó irónica.No – respondió Elisa -, me gusta que seas testigo ocular.Leo entró al jacuzzi y Elisa y yo continuamos con el beso.
