Espero dentro del coche. La masajeo con fuerza por encima de la ropa y noto cómo ella me acompaña con su pelvis. Porno hd No hay nadie, apenas algún coche aparcado a lo lejos.Me desabrocha el botón y la cremallera, me saca la polla hinchada y la veo decir que no con la cabeza. Tengo una cita con una cuasi desconocida. Mi boca es un detector de metales, solo que las piedras preciosas son su carne, que recorro sin despegarme. No hay nadie, apenas algún coche aparcado a lo lejos.Me desabrocha el botón y la cremallera, me saca la polla hinchada y la veo decir que no con la cabeza. Nos hemos tocado y besado despacio después del zafarrancho. Nuestras miradas se vuelven mucho más indiscretas, hablamos menos. Estas chicas no querían problemas, debían ir con pies de plomo, tenían una vida que proteger. Me gustaba hacerlo. Ella se aproxima a mí. Me acerco, le doy dos besos, huele de maravilla. La masajeo sin arrastrar los dedos, sólo presionando, en círculos, y luego introduzco los dedos. Mi mano está en contacto con su cuello y su pelo, mientras la veo subir y bajar la cabeza contra mi miembro.
