Se mantuvo así durante unos deliciosos segundos, consiguiendo que se endurecieran más y se alargaran. Porno español Llevaba su pelo liso recogido con una pinza en un moño y se sentó a mi lado cruzando las piernas y descansando en ellas una carpeta de plástico con un formulario que mucho me temía, era para mí.Tal y como esperaba, tuve que contestarle a unas cuantas preguntas de si me habían operado de algo, si tenía alguna lesión, alergias, bla, bla, bla. El roce de sus manos contra mi piel me hizo respirar profundamente y Morgana se rio.—¡Buf! Cada vez subían un poco más, yo creí que estaba probando a ver si me sentía incómoda si llegaba demasiado arriba, (ya se sabe que hay mucho tiquismiquis).Me di cuenta de que cada vez con más frecuencia, en cada pasada me rozaba “accidentalmente” con la punta de sus dedos en la ingle, incluso llegando a tocarme el labio mayor. Mientras colgaba mi albornoz detrás de la puerta me tumbé en la camilla tal como me había dicho y pude oír como corría los cerrojos de las dos puertas. Simplemente me dejé hacer. Levanté las dos piernas hacia el techo agarrándome de su cabeza mientras me corría como una salvaje, momento en el que Morgana aprovechó para meterme
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