Ella me asistió con abrir sus piernas, donde es una delicia ver esa rajadura completamente afeitada, fresca, con unos labios rosados y un clítoris brillante que pulsa como si fuese el temple del cerebro. La hechura de sus labios, el tamaño y forma de su clítoris, la manera de cómo cuida de su aspecto, la manera de cómo mueve esa pelvis al tener sexo, la forma como jadea o gime. Porno Con los minutos comencé a pompearle el culo, mientras con mi mano le masturbaba su conchita, específicamente su clítoris. ¿Quién de las dos le gusta más, quién lo hace más rico?– Pamela, puedo compartir muchas cosas contigo acerca de mis experiencias, pero a mis pláticas no les agrego nunca un nombre.– ¡Disculpe mi indiscreción! No tenía ningún tatuaje y su piel y su cuerpo, uno de los más perfectos que he gozado. ¿Nunca imaginé que te gustara el sexo anal?– ¡Es que no lo sabía! Pamela me pregunto tanto en relación a como yo miraba el sexo e incluso quiso averiguar a quienes de la compañía de mi hermana me había llevado a la cama, pues por aquellos días el rumor de que Melodi y una chica de nombre María, ambas colombianas y ambas casadas, eran las que de vez en
