Pero el elemento que se materializó en mi mano, explicó todo, por ejemplo la gravedad de su voz, sus senos más bien pequeños y duros. Porno gratis Murmuró «¿Yo te tengo así?» Y comenzó a lamer con la misma habilidad con la que me quitó la ropa.Sentía su saliva tibia escurriendo por mis testículos. Me besó de lengua mientras se subía la blusa. Apartó el obstáculo de una tanga color neón (juraría que brillaba en la oscuridad…). Y después de la sobada a mi miembro y ese espectáculo, ya tenía una erección considerable. En la semipenumbra veía solo sus dientes y sus ojos. Su lengua se movía dentro de su boca. Dos calles donde encontrabas a prostitutas y podías rentar un cuarto ahí mismo. Mi vista tardó en acostumbrarse. Se veían unas caderas generosas y un pecho firme aunque pequeño. Y sentí como ella me llenaba la mano de su semen caliente.Con delicadeza sacó un pañuelo desechable y me limpió la mano. «Esto no va a esperar hasta mañana, yo lo quiero ya». Entonces pareció tener una idea y me dijo que la siguiera, pero a unos metros.Me dio la espalda y entonces le vi sus nalgas. Su lengua se movía dentro de su boca. Entonces pareció tener una idea y me dijo
