Era un tubo de hierro ardiente quemándome el ano ingresando despacio.Vi su rostro de gozo sabiendo que se estaba llevando mi virginidad y estaba borrando lo último que quedaba de mi hombría. Me besó, mordió y succionó los pezones. Porno hd Gemí de dolor. La última vez, me penetró hasta muy adentro de mí y al expeler su último chorro se desplomó sobre mi cuerpo. Gemí de dolor. Sentí como mi recto se relajaba queriendo tomar de nuevo su forma, pero le era difícil pues estaba ya muy abierto. Me sentí ruborizada. Hice lo mismo. La fricción me quemaba por dentro y por fuera. Mi ano sangró más y el dolor fue insoportable, pero deseaba más de esa delicia. Me quitó la pantaleta, abrió los botones de mi vestido y quitó el cierre delantero de mi sostén. La luz era tenue, se escuchaba música romántica y con la mano palmeó la sábana pidiéndome que me acercara a él.
