Quizás él me consideraba mejor amigo de lo que en realidad era.Con Agus continuamos cruzándonos cuando visitaba a Mati y aunque siempre nos miramos con deseo y complicidad, nunca hemos vuelto a coincidir solos. Porno Era redondo, no muy grande, pero ejercitado. Me duele un poco la cabeza, me voy a acostar un rato.– Uh, bueno. Eso no me importó, más bien me excitó. Yo le devolví el beso apasionadamente tomándola de la cintura y atrayéndola hacia mí, pero de repente escuchamos pasos acercándose. Una de ellas tenía que ver con avisar al otro antes de llevar a alguna chica a la casa, para no invadir la privacidad del otro o incomodarlo.A los dos nos va muy bien con las mujeres. Tenemos los mismos gustos de ropa, y los dos somos bastante esbeltos, aunque yo soy un poco más alto y más musculoso. Me duele un poco la cabeza, me voy a acostar un rato.– Uh, bueno. Yo bajaba las manos desde sus pechos a su cintura, pasando luego por su cadera, y finalizando en su culo donde me detuve un rato. Mi pene estaba erecto de nuevo.– Mirá lo que hacés conmigo – le dije y eché una mirada a mi verga como señalándola.– Quiero ver lo que vos hacés conmigo.
