Supongo que vos tampoco querés, ¿no?– Me hubiera gustado que no pase nada, porque después de lo de anoche… me encantaría sentir eso de nuevo. Y cuando eso pasa es muy difícil que no pase de nuevo.– No no. Porno gratis Aunque sorprendido, continué chupando hasta que me pidió que pare. No te alejes, ya lo hablaremos tranqui– Si, poneleY aproximadamente media hora después, empecé a tocarle su pene, despacio, a manera tierna. Mientras hablábamos de la vida, del viaje y hasta del tema de su auto, comencé a jugar. Siii– aaaaggghhj asaaa!!Me hizo salir, nos paramos y me colocó contra la puerta de la habitación. Con esa mezcla de sensaciones. Y no había manera de volver al pasado y desandar el camino.Me fui a duchar sin saber que hacer a continuación. Chúpame chupalaaa– Que orto hermoso!!!Y continuó chupando por quince minutos en los cuales no paré de gritar.Era tal la calentura que tenía, que lo tumbé en la cama y decidí montarlo.Me ubiqué sobre él, coloqué su pene ya hecho una piedra en la entrada de mi cola y fui deslizándome hacia abajo. – Le pregunté– Me volvés loco. Me desperté dolorido. Pero no era dolor físico el que sentía, era dolor espiritual. ¡Basta con eso!– De chica cogía bien, pero ahora
