Ese calor húmedo que me recorría la espalda.Cerré los ojos. Me miró de arriba abajo.Yo tenía una calza apretada, una remera básica y el pelo atado. Porno español Deshecha.Después, me acomodé en silencio. Me fui derecho a la puerta. Le agarré la cabeza con las dos manos, como si eso me devolviera algo de control. Sin complicaciones. Yo estaba entregada.Cuando sintió que se venía, me empujó más. Yo no quería. Me agarró las tetas con las dos manos, con fuerza.Me las apretó, me las chupó como un animal desesperado. Se bajó el jogging. Te pago igual, no te hagas drama. Apenas. Me llenó la concha de leche con un gemido ronco, jadeando sobre mi cuello.Yo me quedé ahí. Yo me retorcí. Yo estaba entregada.Cuando sintió que se venía, me empujó más. Me apoyó sobre la mesa. Me temblaba la voz.No contestó. Ya lo sabés. Apoyada. Te quiero hacer una propuesta. Se escupió en la mano. Me calló.Después me agarró la cabeza. Apenas. Me llenó la concha de leche con un gemido ronco, jadeando sobre mi cuello.Yo me quedé ahí. Me metió los dedos como si me estuviera castigando. Me apoyó la pija justo en la entrada, la movió en círculos y la metió.—Pagada o no, te encanta que te hagan mierda.
