Todos los hombres se retiraron para dejarnos pasar y de paso, volver a mirarme de arriba abajo, como si fuera un premio por el que competir.Nos situamos en la parte trasera del ascensor, en una esquina. Comencé a frotar mi culo contra su polla, que ya se notaba que la tenía dura, mientras él bajó una de sus manos, para meterla por debajo de mi vestido y volver a jugar con mi culo. Porno hd Apoyé la cabeza en su hombro, su mano izquierda, me seguía sujetando por la cintura, cada vez me apretaba más a él y con la derecha, seguía torturándome en mi interior. Mientras realizábamos el pequeño trayecto hasta el piso 130, notaba como la mano de Evan, volvía a apoderarse de mi culo, a la vez que me miraba con lujuria. Su mano cada vez estaba más dentro de mí, llegando a tocar mi coño.– Sabes que nos pueden ver. De vez en cuando acercaba su boca a la mía, para morder mis labios suavemente, algo que sabía que me volvía loca.
>