¡Me corro, me corro, me corro! Porno español Déjame sentirla.La petición de la joven me desconcertó, pero no por no tener claro desde hacía tiempo que cumpliría algo así para ella sin dudarlo, si no por preguntarme por qué de pronto me proponía aquello y bajo qué condiciones.—No sé si acabo de entender lo que me estas pidiendo —Fue mi respuesta.Y se levantó de la silla para colocarse el pelo, mirarme directamente y explicarse lo mejor posible.—Mira, tú y yo hemos escrito muchas cosas y también sé que has narrado para otras personas en alguna ocasión. Se sentía un tacto cálido, blandito y agradable cuando las apretaba ligeramente con mis manos y sus pezones reaccionaban al instante a cualquier caricia, endureciéndose y adquiriendo la forma perfecta para que pudiera meterlos en mi boca. Simplemente aparté su sujetador y acerqué mi boca a sus pechos para empezar a comérmelos. No te dirá nada y no podrás tocarla, pero vas a poder sentirla. En ese momento me hubiese gustado que me acariciara el pelo, pero no podía debido a que sus muñecas aún estaban amarradas.Levanté la cabeza y comencé a desbrochar la cremallera de su chaqueta con mucha lentitud, intentando que escuchara como iba bajando hasta abajo y cuando por fin pude abrirla, mis manos
