De manera exquisita su culo estaba totalmente lubricado y me invitaba a romperlo. Como lo esperaba su culo virgen era absolutamente delicioso. Porno Así como lo leen. Si bien fue una vez especial, como toda primera vez, no fue la más especial. Esa puta, no el sentido de dominación machista o del pago en dinero, sino esa puta que se entrega al placer sin importarle nada más. Ella respondió con un gemido. “Te gusta que te rompa el culito?” comencé a decirle al oído. Una vez que posé mi boca en su entrepierna, por encima de su fina ropa interior, escuché su aprobación en forma de un gemido largo e intenso. Me besó en la boca y en el cuello, bajando lentamente hasta enfrentarse a mi entrepierna. Sus pies con los tacos negros aguja, seguidos de sus medias caladas negras, coronado con el vestido subido hasta la cintura con la magnificencia de ese culo respingón.Después de quedar embobado por unos segundos, volví a posar mis labios en su entrepierna. Una vez cerrada la puerta detrás de nosotros, no tuvimos tiempo siquiera para prender las luces.
