De pronto, su voz se hizo escuchar.—¡No hagas ruido! Porno gratis Los muy amables me dejaron en mi casa, aunque mi papá los recibió afuera con pistola en mano. —intervine en la pelea—. ¡Soy Adrián!Me calmé poco a poco y me soltó.—¡¿Qué haces aquí?! «Por violador», decía un cartel en su pecho».—Eh… —pronuncié pero fui interrumpida por su voz.—Así es. ¡Es que me rellenas la concha con tu vergota! Esta noche todo corre por nuestra cuenta —dijo Ian.—Entonces nos vemos otro día, caballeros —dije como indignada—. Ian bajó del auto, se disculpó conmigo, se dijo muy interesado en mi propuesta y aceptaron que yo pagara la habitación. Solo respondí que me daba gusto verlo de nuevo y me fui a mi habitación.Al siguiente día, me encontraba trabajando y de pronto, mi celular sonó. De pronto, su voz se hizo escuchar.—¡No hagas ruido! La deuda era muy grande para mi papá y tuvo que pagarle con su casa, por eso se veía con mi mamá todo ese tiempo, para obtener la reconciliación como segundo objetivo, pero el principal era tener dónde vivir, suponía yo.Dormí enojada aquella noche, al despertar se me olvidó, fui a trabajar, volví a casa y ahí estaba mi papá, besándose con mi mamá en la sala.
