En cambio, cerré los ojos un momento y confirmé que esa mano estaba ya acariciando la tela de mis bragas, básicamente en la zona de la ingle, y no parecía que hubiera intención de parar. ¿Te encuentras bien?-Estoy algo colocada… esa pastilla tuya…-¿A que es una pasada?-Sí…De repente sentí cómo la mano de Viktor se deslizaba sutilmente sobre mi muslo por encima de la rodilla. Porno gratis Oí claramente el sonido del líquido salir a borbotones de mi cuerpo, y también escuché la forma en que empapé el suelo con él. Fue precisamente él quien me invitó a probar una de esas pastillas amarillas que llevaba encima. En la planta baja, más concretamente.Las frases más largas que crucé con Antonio desde hacía 25 días se referían precisamente a eso.-Entonces Eva, ¿te esperamos esta noche?-Vale, gracias. Gracias de nuevo. No pude si no mostrar sorpresa y ofuscación.-¡Mierda! Martín me insistió varias veces en que yo no dejara de celebrar el fin de año, y que él estaría bien. A Martín le pareció buena idea, pues no solo me permitía la oportunidad para celebrar las fechas, sino que lo haría cerca. Me he chorreado en todas las bragas…-Dímelo a mí…El cerdo mostraba una cara de gilipollas satisfecho que hubiera pagado para arrebatársela de una hostia.
