Y en esa posición permanecieron concentrados por varios minutos. Porno gratis Y, cuando todo parecía indicar que aquello había acabado, fue mi esposa quien tomó la iniciativa para despertar aquel miembro dormido y, llevándoselo a la boca, empezó a estimularlo nuevamente. Ella llegó a sugerir que podían esperar un poco más, pero el manifestó que ya tenía un compromiso y que no se podía quedar. Y él, por su parte, también, poco a poco, se fue desvistiendo sin dejar de estimular el sexo de mi esposa.Llegado a este punto, él decidió estimular el sexo de mi esposa con su boca y, para ello, se acomodó para realizar un 69. Hola, dije, Fernando, y le saludé estrechando su mano. Para nada. Poco a poco, él fue atreviéndose un poco más y empezó también a besar y acariciar su cuerpo, sus hombros, sus brazos, sus pechos, su vientre y sus muslos. Y poco después, sin musitar palabra, se animó a despojarla de su blusa roja y sus bragas, dejándola tan solo vestida con su brasier, sus medias y zapatos.
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