Esa misma noche mejor preparado volvía a disfrutar de mi nuevo juguete, en todas las posiciones posibles. Me moví un poco hacia atrás, y sentí las bolas tocar una de mis nalgas. Videos Porno Al adelantar la máquina, toda la enorme pija entraba y salía, hasta las bolas que daban con mi trasero. Esta vez fue fácil, seguramente por la abundancia de crema. Me pasé a la cama y me quedé agotado dormido, después de apagar la máquina. Mi verga se ponía dura, se ponía blanda, y así.Cerré los ojos y me imaginé algún macho bien dotado poseyendo mi pobre ano. Lo dejé un rato pensando que hacer. Cada penetración sonaba deliciosa y lujuriosamente, sonido que… se mezclaba con mis jadeos. ¿Se arregló sola o era de encendido retardado? Me quedé extenuado un rato en el sillón, con el dildo aun atacando mi pobre ano. Mi gruta se rendía al invasor sin resistencia. Busqué el sillón del cuarto, acomodé la máquina, altura y ángulo, y me senté al frente.
