¡Oh Dios, no permitas que se detenga ahora! Porno gratis ¡Él acaba con un fuerte gemido! ¡Enorme y dura como una roca! Protegida por su cuerpo, su mano también encuentra mis pechos. Esperaba que mis pecas en mis senos se vieran como joyitas. Un poco más tarde estamos en la barra y pedimos una bebida. ¿Cómo puede ser eso?Unas pocas paradas más tarde, cuando me bajo, mi emoción decae un poco. Sigo meneando mis caderas y froto un poco más fuerte contra esa pared. Su mano encuentra mi pezón duro como una roca y comienza a retorcerlo junto con el piercing en mi pezón.“Putita, te perforan por todas partes”, gime en mi oído.Sí, ¡estoy perforada! Me inclino sobre el mostrador lo más que puedo, y el chico detrás de la barra me mira agradecido y observa mis grandes pechos, que se mueven libremente debajo de mi blusa.Mi novio y yo estamos parados al lado de la pista de baile. Pero hoy no. Junto a la barra, a unos cinco metros de mi novio, veo un rincón oscuro con una caja grande.Camino hacia allí con mi hombre. Si bailara entonces podrías ver más de mis pechos. Detrás de mí hay un hombre alto y bronceado. La pista de baile está llena.
