Anai, La Ardiente Esposa Del Viejo Verde

No se sorprendió al verme desnuda; me abrazó desesperadamente y me besó con mucho erotismo, haciendo que su lengua se frotara con la mía, al mismo tiempo que sus manos llegaban a mis pechos para estrujarlos con frenesí. El camisón era transparente y yo no llevaba nada debajo, a excepción de las pantaletas; pero a pesar, se me adivinaba el cuerpazo me cargo.Vi la puerta de la oficina abierta y llamé:―Adelante —me dijo la voz chillona del joven.El tipo estaba echado en un catre, con la ropa puesta pues tenía que recibir a quienes llegaran a solicitar hospedaje. Videos Porno Siempre he tenido los senos duros y erguidos como frutas listas a ser saboreadas, pero en esos momentos, la dureza en los botones era algo fuera de lo común. Después de que ambos terminamos, sacudidos por los espasmos y el traqueteo del tren, nos sentimos satisfechos momentáneamente y salimos, decididos a dar rienda suelta a nuestra pasión en algún lugar más propio.Nos bajamos en un pueblito mucho antes de llegar y nos dirigimos a un hotel “Hotel del Marques”, el más próximo a la estación. Dándose vuelta, me preguntó:―¿Qué le parece ésta?―Cualquiera —respondí sin poder salir de mi estupor.Con manos temblorosas tomé el cobertor, asustada tanto por lo que había visto, como por

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