Sentía su hermosa verga dura en la puerta de mi agujero.Se separó de mi boca y supe que el momento de convertirme en una mujer había llegado. Porno gratis Sentí como su miembro se fue poniendo flácido y finalmente salió de mí. Encogí los dedos de los pies y al sentir la suela y las tiras de las sandalias en ellos y como se ventilaban con el escaso aire del lugar recordé que no tenía por qué preocuparme: ya era una mujer completa.Fueron más de 20 minutos de regocijo. Fernando lo sabía ya.-Entonces -me dijo- te reto a que te vistas como una mujer, y no cualquier mujer, sino una hermosa ¿o no eres capaz?-Te prometo que podría ser mejor que cualquier mujer -le dije, hundiéndome más en mi revelación.- ¡No! Su dedo medio fue el primero en entrar. No me di cuenta, pero en ese momento, inconscientemente, había descubierto el secreto que por años llevaba como una pesada carga.Traté de dar excusas a mi respuesta, pero era muy tarde. Me volteó y me puso boca abajo. Yo le dije que, para mí, únicamente existían las relaciones de hombre a mujer y que si él era el hombre yo tendría que ser una mujer. Succionó húmedamente mi lengua, la masajeó con la suya.
