Sentía dolor en mi ano, pero yo era una hembra y sabía que podía soportar el pene de mi macho.– Yo soy Dubois – me dijo Omar mientras copulábamos.Omar no era Dubois, solo era un hombre que había tenido la suerte de haber tomado mi virginidad, pero había algo que era seguro.– Y tú eres Emma – me dijo.– Sí, yo soy Emma – le respondí entre gemidos. Omar me abrazó y yo hundí mi cabeza en su pecho.– ¿Por qué lo hiciste? Porno hd Sobre el papel había manchas rojizas.– Me hiciste sangrar – le dije.Omar pasó sus ojos del papel manchado a los míos.– ¿Tienes relaciones con muchos chicos? El sonido de nuestros gemidos inundó la habitación nuevamente. Había chicos que me regalaban chocolates o que me hacían llegar cartas de amor. Había chicos que me regalaban chocolates o que me hacían llegar cartas de amor. Yo sospechaba lo que estaba a punto de decirme y quise huir, pero algo había cambiado en mí y deseaba escucharlo decirlo. – me preguntó.Moví mi cabeza en señal de negación.– ¿Son chicos de tu edad, algún hombre te ha obligado a algo?– ¡No!
