Después de la secundaria decidí hacer un cambio rotundo. Cuando vengas, entrá al último piso. Porno español Pero más que nada, conocer gente nueva.En uno de los eventos que hicimos, me topé con un excompañero de la secundaria al que yo odiaba. —dijo, levantando una ceja.—¡No! ¿Qué te parece si pasás por las oficinas de la empresa para coordinar?La respuesta llegó casi instantáneamente:—Hola Alma —pude casi escuchar esa voz que recordaba demasiado bien—. Sus labios rozaron peligrosamente cerca de mi boca, más de lo que el protocolo social permitía.—Hola, no pasa nada —respondí, sintiendo cómo mi voz sonaba un poco más aguda de lo normal—. Luego me cuentas qué te dijo.—Mmm… está bien —suspiré, resignada.Lucas había sido el matón de la secundaria —el tipo que se burlaba de mi pelo rizado, que “accidentalmente” empujaba mis libros al suelo, y cuyo grupo de amigos me hacía sentir invisible. ¡No! Que descanses.—Baaay —terminé la conversación, dejando el teléfono sobre el escritorio con un suave golpe.La verdad es que no había dicho nada fuera de lo normal, lo cual era extraño viniendo de él.
