Al ser verano, haber poca gente y la hora, muchos comercios tenían echadas las persianas. Mientras me vestía pude ver como la caja de preservativos que había comprado el día anterior, ya no estaba.El atuendo de la seria administrativa. Porno hd El tiempo se me terminaba. De un número desconocido.Al verlo, os juro que casi me caigo de la silla.Era Pepe.Reproduzco, a continuación, nuestra conversación, a través de mensajes:–Hola, ¿Puedes hablar? Sentado en un sofá, viendo un absurdo programa de televisión. Sentía pena por ella. Justo, mientras mi garganta, de nuevo, tragaba toda esa leche.–Bien, puta. Exhaustos, sobre todo él.–Has estado genial, zorra –Me dijo, con una sonrisa.–Gracias – Le contesté yo, halagada, encantada con lo que acababa de suceder. Lo justo, como siempre. Además, estaba mintiendo descaradamente a mi marido. Los restos del combate, pensé. Y mucho.Sin hacer ruido, saqué un pijama corto. Exhaustos, sobre todo él.–Has estado genial, zorra –Me dijo, con una sonrisa.–Gracias – Le contesté yo, halagada, encantada con lo que acababa de suceder. Exhaustos, sobre todo él.–Has estado genial, zorra –Me dijo, con una sonrisa.–Gracias – Le contesté yo, halagada, encantada con lo que acababa de suceder.
