El cielo encapotado y gris junto a una persistente y fría lluvia es mi primer recuerdo de aquel país. Porno español – dijo el varón.Me acerqué y el hombre me abrazó apretándome contra su cuerpo.Por su parte, ella se colocó de rodillas detrás de mí y comenzó a lamerme el trasero, el ano y la vagina. Esta vez no estaba el hombre y fue la mujer la que me atizo. La mujer me acarició el cabello mientras mi corazón latía con fuerza.– ¿Lista? Terminada la carrera, a mis 21 años, decidí pasar unos meses en el extranjero trabajando como au-pair.-Hola Ana.Me saludaron un hombre y una mujer maduros.Son las primeras y últimas palabras que oí durante un tiempo en mi idioma.Luego ella me presentó al niño de tres años y me entregó una lista de tareas. Esta vez no estaba el hombre y fue la mujer la que me atizo. El niño todavía dormía en la habitación.El caballero me habló despacio, asegurándose de que entendía y, aunque no todo, me quedé con lo principal del mensaje.»Van tres, romper reglas, castigo».La pareja se sentó en el sillón de dos plazas y yo me tumbé boca abajo sobre el regazo de ambos.
