Mejor. Porno Cuando el oso se agachó a hacer lo mismo, agarró sus bóxer y me los puso en la cara. Hasta que estaba el oso sentado en la cama, yo mamándole la verga mientras el moreno me estaba lamiendo el culo.-¿Crees aguantar los dos?-Tal vez, yo creo que sí.Dudé por un momento mientras con ambas manos evaluaba las vergas.-¿Seguro? Para ese entonces el moreno estaba en la cama recargando viéndonos y se la seguía jalando ya seco.Sentía la barriga del oso en la espalda baja, con ambas manos me agarraba la cintura y a ratos me suspendía en el aire con la verga metida hasta adentro.-Casi me vengo. No mames no mames no mames. No quiero lastimarte. Le preguntó el oso al moreno.-Bueno, dale, pero tranquilo.El oso me sacó la era de la boca y se bajó de la cama, se puso un condón y lubricantes y se puso detrás del moreno. El moreno tenía una verga curva, cabeza más clara que la piel de la base, unos huevos suavecitos que campaneaban muy rico mientras levantaba la pierna para quitar del camino su ropa interior. Dice que no hay forma de que le metan algo por el culo, se quejó del oso.Mientras nos quitábamos el resto de la ropa, yo al
