“Putita…” dijo entre dientes y sonriendo.Sin beso, pero con mucha gratitud, me despedí. Porno gratis Yo lance varios quejidos de placer.–¿Te duele, mami? Después besó mis plantas de los pies y les dio un lengüetazo a cada una. Me volteó boca arriba y me chupó los labios y el clítoris como más me gusta, metió su lengua en mi vagina y tuve el tren de orgasmos al que me tiene acostumbrada su boca. Me dio un jugo de naranja que estaba sobre la mesa de centro y empezamos a platicar, entre beso y beso.–¿No me vas a dar jugo, mami? La primera vez que me penetró mi esposo por el ano, no fue nada agradable, ya lo conté en el relato «¿Se le podrá decir que no a un amante?» y me negué rotundamente a esa práctica sexual. No, de lo demás no me quejo, mi marido me coge muy rico y lo amo, además de que cada vez da más semen y eso le gusta a mi nene pues “el atole se hace muy rico con tus venidas”, me dice mi amante y sí, debe ser cierto, ya que me vengo mucho cuando mi marido me coge.
