Es exquisito, frotar nuestra piel, endulzar nuestras bocas, pedirle al oído que me penetre. Porno español Igual me sentí emocionada al verle y acepté sus besos gustosa. Mi respiración era contenida y la adrenalina junto a las caricias robadas me estaban haciendo llegar a un orgasmo, mientras mi marido me daba detalles del trabajo que hacía. solo bastaban instantes de su contacto para encender mis deseos.Allí estaba yo, en mi propia casa, desnuda sobre mi amante y con unas ganas locas. Mi cuerpo se movía rítmicamente al son del placer hasta que estallé en sus labios, en su lengua que no dejaba de moverse, en su boca entera que absorbía el producto de mi orgasmo. Era una de esas semanas que a él le tocaba quedarse en Caracas y por supuesto, yo estaba con las alas atadas. Me recogí el cabello en una cola y me dispuse a poner en orden algunas cosas. El solo hecho de darle placer, de oír a mi hombre gemir con mis caricias hacía que mi piel hirviera de lujuria.Me acosté sobre su cuerpo, besándolo, intercambiando sabores. Tengo que regresar en un rato.No podía creer lo que estaba pasando, él jamás había entrado en mi casa y más peligroso lo hacía el hecho de estar mi marido en
