Todo era incentivo para volver a meterle la pija en la cola. Porno gratis Sus gemidos en mi oído apoyaban esa teoría y una vez más sentí que iba a acabar, sin siquiera poder acariciarme un poco la verga.-¿No habrás pensado que tu culito no estaba invitado a la fiesta? La pendeja se partía sola. Hice énfasis al explicarle que si no se iba, esto iba a terminar muy mal.-¡Dejame, Rodrigo! ¡Hacerle la cola a tu prima toda la noche mientras duerme! Le di una nalgueadita al paso y le aconsejé que se vista bien trola, que había viejitos que la estaban esperando para la paja.Esta vez comimos como dos verdaderos muertos de hambre, mucho pero rápido. Por favor, te lo pido. Tengo el corazón roto. –Le dijo, ignorándome.– Por favor, hablemos que no aguanto más, amor. Pero se detuvo antes de llegar al orgasmo.Al sentir su respiración, que se detenía y suspiraba con esfuerzo, pensé en que ya no podría aguantar ni un minuto más sin volver a romperle el culo.
