Hasta que él comenzó a acariciar el abdomen de Afrodita, quién le respondía con respiración agitada. Porno gratis El monte de venus estaba muy suave al igual que sus labios húmedos de la excitación.Al alzar la mirada se fijó en el “vientre bajo” de ella, un poquito por encima de la casi la perfecta cicatriz de cesaría. La buscó con la mirada, teniendo no solo miedo por él sino también por ella. En el cenicero, un cigarrillo a medio fumar aún humeaba. Afrodita se aferró al barandal con una mano; con la otra, se tocó el pelo o quizá su nuca, ya ni lo sabía. En el cenicero, un cigarrillo a medio fumar aún humeaba. La buscó con la mirada, teniendo no solo miedo por él sino también por ella. La diferencia de altura hacía que todo se viera distinto, como si mirara a través de un prisma.Su lengua dibujó círculos. En el cenicero, un cigarrillo a medio fumar aún humeaba. Sus alas cálidas, humanas lo envolvieron mientras descendían hacia un mar de plumas negras.—Esto no es caer… es renacer, murmuró ella.“Si esto es volar… entonces el infierno queda muy abajo.
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Fiesta Salvaje De Sexo Grupal Con Tarra White En Bluebird Films
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