Así la pasábamos, entre remolineos de mis nalgas sobre él, besos en mis tetas y boca y suspiros o jadeos al venirnos.–¿Cómo te trata tu nuevo marido? También, ve a donde reposan los restos de tu padre y dile que, a pesar de que pudieras ofenderlo, siempre lo amarás. Porno español En la noche cada quien dormía en su cuarto (yo con mi hija), ¡claro!, era una casa decente.La primera mañana, ya que salieron mi hija y mi hermana, retozamos en la cama para reponer el tiempo que no nos veíamos. Así la pasábamos, entre remolineos de mis nalgas sobre él, besos en mis tetas y boca y suspiros o jadeos al venirnos.–¿Cómo te trata tu nuevo marido? –expresé con mucho dolor sabiendo que pecaba por mantener ese deseo.–No caíste en la tentación y ahora te arrepientes de eso… ¿Crees que será pecado? ¿Y qué haces para completar tu “cuota”? –preguntó frunciendo el ceño.–Quiero confesarme ahorita –dije solemnemente poniéndome de pie.Diego se levantó, se guardó la verga y fue a su cuarto por su estola morada y a ponerse su hábito. No, él es un pan y de trato dulce, pero no quiere darme lechita en su biberón, sólo me chupa las tetas, pero la panocha no, porque “es antihigiénico” –me quejé.–¡Dios me
