Fogata Salvaje Entre Cuatro Amantes

La verdad es que me daba igual quien estaba disfrutando de sus caricas era yo.El me quitó el vestido y me dejo con mi conjunto interior pequeñito y trasparente, no le fue difícil volver a dejar mis tetas al aire, parecía que le gustaban y me las volvió a acariciar, yo estaba calentísima, así que le hice tumbarse en la cama con las dos piernas juntas, me aparté un poco el tanga hacia un lado e introduje su polla en mi interior, montándole, su polla ya más calmada, aguanto bien estar dentro de mi coño yo comencé a llevar un ritmo que sé que a los hombres les gusta y el gemía de manera intensa.Mientras le montaba, el comenzó a acariciarme las tetas, parece que le tenían impresionado, y eso por supuesto era algo que me encantaba, y pensar que mi hijo me estaría viendo a través de la cam, aumentaba mi excitación quisiera que me viera tan puta que no pudiera evitar las ganas de cascársela.Cabalgaba a su amigo y la verdad estaba disfrutando muchísimo, estaba descubriendo que follar con jovencitos debería de ser una actividad que todas las mujeres cincuentonas deberíamos de realizar todas las semanas, mientras el gemía y acariciaba mis tetas y a pesar de mis intentos

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