Mi prima se quedó mirando bien cerquita cómo otra mujer me comía la pija y la perversión se iba adueñando de ella también. Porno Con restos de semen que mi prima no había comido. Las dejó en el mueble, mostrándonos que ya había pagado. Sin esperar confirmación, porque estaba segura que otra vez había adivinado.El padre sacó tres fichas de diez mil dólares de uno de sus bolsillos. Y se reían por lo caliente que me habían dejado. Que en realidad fueron dos. – le preguntó a la piba, antes de soltar los dedos que apretaban la entrada del forro. Al regresar al cuarto, en cambio, recibí como cien, a penas abrí la puerta. Se moría de ganas de verme culeando esa colita hermosa que tenía la rubia. Pero no podía. Entonces me dediqué a lengüetearle el clítoris, mientras la pendeja parecía entrar en convulsiones cada vez que se lo rozaba, siquiera. Apoyado sobre el mueble al pie de la cama, todavía incrédulo por el espectáculo que tenía enfrente.Cuando quité mi cabeza del medio, el tipo se encontró con su tesoro más preciado. También lógico. Y se reían por lo caliente que me habían dejado.
