Tenía todo su enorme culo sobre mí. Porno español Llevaba una semana en mi nuevo curro, y ya había visitado el despacho de mi jefa tres veces por quejas de supervisores. Notaba cómo incluso en esa situación mi cabeza no podía dejar de pensar en ellas una y otra vez.– Es uno de nuestros paquetes básicos de almacenaje de stock, señora. Ni me di ni cuenta de donde cayó. Era como una invitación inmediata a pensar en follármela. Julián me dijo que quería verme, pero todo está controlado ahí abajo.– ¿De verdad?Sacó unos papeles del archivador, les echó un vistazo, y se acercó despacio mirándome fijamente. A cada espasmo producido por mi orgasmo, mi cabeza se levantaba y su polla tocaba el fondo de mi garganta. Estaba circuncidado con habilidad, y tenía un glande imponente, que se hinchó hasta el límite en apenas unos segundos. Jamás consentiría que mis empleados me pidieran comida y yo no les alimentara. ¡DOS! No sé qué coño me pasaba, pero toda la situación me había provocado una erección gigantesca que estaba disfrutando cada segundo.– ¡QUINCE!, ¡DIECISÉIS!
