Un reloj. Porno gratis Natalia notó como le pasaba la mano con saliva por su sexo. Pero una cosa es ponerse la medalla y otra habérsela ganado.Así iba la vida de Natalia. Era un hombre de unos 54 años, gordo, algo calvo, con gafas y con barba. Orgías, tríos, madres que parecían ejemplares en la puerta del colegio que se revolcaban con jóvenes de instituto ante sus ojos, padres de familia que follaban chicas mucho más jóvenes, chicos de gym haciendo felaciones a otros chicos, cuernos por doquier, parejas jóvenes sin sitio donde hacerlo más allá del coche… Se ve que la gente tenía una vida de cara a la calle pero entre las paredes de aquel sitio…Natalia estaba viviendo una experiencia brutal de sexo y morbo. Lo que llegó fue el pene del mulato que penetró duramente su vulva. Natalia notó como la mujer le ponía una mano en la cabeza y la obligaba a arrodillarse.-Vamos a ver si además de hacerte deditos espiando sabes hacer algo más, puta.Natalia tenía la cara a pocos centímetros de la cremallera del hombre.
