No alcanzamos ni a cambiarnos a la cama y ya nos habíamos quedado dormidos. Porno español Mientras tanto Paul seguía enterrándosela al amor de mi vida encima mío mientras ella gritaba como loca e intentaba que se me parara la pija, la situación me sobrepasó. Ella dice «Paul qué tienes para mostrarme?»Le empieza a bajar los pantalones y ambos nos llevamos una sorpresa al ver… no era un pene, era una anaconda, al ojo le echaba unos 30 cm y me quedo corto. No pasó mucho rato y recibí su llama para decirme que habían aceptado a su propuesta (era obvio que le dirían que si a la primera).Finalmente llegó el sábado (más rápido de lo que esperaba) el invitado vendría a la casa al anochecer pero sin embargo no sabía nada de él. Ahora ella al ver que no conseguía nada subió hasta mi cara y me besaba mientras me masturbaba, pero Paul aumento el ritmo y le empezó a dar palmadas en su trasero, sonaba tan fuerte que me preocupe un poco.
