Mis manos seguían acariciando un palpitante pecho negro que parecía tallado en piedra y tomando mi mano derecha, la llevó hasta su fastuoso rabo negro zaíno, yo seguía nerviosa pero cada vez me movía con menos torpeza. No sé si el poco alcohol que había bebido o la calada al porro que había dado pero me vi clavando mis dientes en el hombro de Barack como una leona. Porno ¿No te gusto?”-“Sí, sí, perdona, es que estoy muy nerviosa y nada acostumbrada a que un hombre se lance a por mí de esa manera a las primeras de cambio”.-“Tranquila, no me como a nadie crudo…, pero me lo estoy pensando contigo…, lo haría muy despacito”, me dijo acercándose suavemente hasta ponerse frente a mí y volver a besarme de nuevo pero ahora de forma mucho más erótica.” ¡Vamos aprobar este porro que te traigo!, ¡¿no has fumado nunca antes?!”-“Pues no, ni porros ni tabaco”.-“Vale, pero no aspires muy profundo porque si no ahogaras, toserás y te dará un subidón que no te conviene” .Encendió el porro y dio una calada profunda y expulsando el aire al aire de una forma arrebatadoramente sexy y me lo pasó.-“Recuerda, suave, no aspires demasiado fuerte”, y pasándome el porro dio un sorbo al vaso de ron
>