Toma -le puse la pelota sobre sus tetas apretadas-, juega con Camila mientras.Cuando Blanca se fue, guiñándome un ojo, retomé la conversación con Lex.-Así que Lex, ¿no? Porno Le mandé la pelota de vuelta para ver si así dejaba el tema. Me abracé a él preguntando qué pasaba, eso sí, sin soltar su enorme polla que, como en una irónica advertencia, señalaba al frente.-¡Hola, chicos! Blanca y Camila bajo la ropa y yo sin nada más por encima que un pareo por los hombros. No fue nada difícil encontrar un buen sitio en el que plantar nuestro campamento y desprendernos de nuestras ropas. No huí esta vez del contacto, sino que respondí con otro abrazo y contemplé la belleza del lugar apoyada sobre él.-¡Me encanta esto! -dijo Blanca tras saltar de la roca y revolcarse por la arena.- Escucha, Marta, hemos estado hablando y hemos quedado esta noche con ellos. Traté de seguirlo pero, solo alcancé a quedarme de rodillas cuando tuve ese espadón amenazando mi cara. ¿Ya tienes ganar de ir a lucir tipín?-Creo que no hace falta.
