– mentí.Una sonrisa se dibujó en su cara, una sonrisa de triunfo al saber que estaba en sus manos, no se volvió a sentar, quedó parado frente a mi, su verga ya formaba una gran carpa, que me tenía hipnotizada.La estación Universidad era la siguiente y la última de la línea, todo mundo se bajó, veía que algunas mujeres e incluso algunos hombres se le quedaban viendo el enorme bulto que se le había formado, pero no parecía importarle, caminaba orgulloso, conmigo agarrada de la cintura con su enorme bulto balanceándose a un lado y a otro, estaba nerviosa, sentía que todo mundo se daba cuenta que aquel hermoso macho me llevaba para ser empalada.Caminamos rápidamente el trayecto hasta llegar a mi departamento, todo el trayecto no dejó de decirme cosas y acariciar mi cintura y nalgas.Tan pronto entramos al departamento, nos dirigimos al dormitorio sin escala, me besó apasionadamente mordiendo mis labios suavemente y me fue quitando la ropa sin dejar de acariciarme, me recostó en la cama y siguió besándome de una forma extremadamente excitante, su lengua entraba y salía de mi boca, recorriendo mi lengua y paladar.– Te extrañé chama- susurró en mi oído.Siguió besándome con pasión, nuestras bocas se fundían, sus manos acariciaban mis tetas y pellizcaban
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