Según venia por el pasillo, nuestras miradas se fijaban alternativamente en sus tetas y en su coño. Porno gratis Luego si alguno de estos las quiere, se las paso”, la contesté.“Vale tranquilo, no hay prisa”, me contestó.Seguimos hablando de tonterías, hasta las ocho que salimos a la calle.Estuvimos en un bareto tomando unas birras, tonteando con alguna piba y dándonos un atracón de escotes y piernas. Me quité la ropa y me puse un pantalón de pijama corto. El que más y el que menos, la estaba viendo venir desnuda. Son de 32 Gb y no quiero tener que volver a bajarme las películas, pero ahora como no trabajo tampoco me hacen falta”, me dijo.“Tranquila Marisa, cuando llegue a casa las descargo, y le devuelvo los pinchos a Oscar. Me puse a jugar a la consola.CONTINUARÁ Había quedado como dios, jajaja“Hombre, Javier, no hace falta que te las descargues. “, nos dijo mientras iba a la nevera.“Si, si”, contestamos y alguno por la bajinis “a ti”, jajaA Oscar no le hacía mucha gracia los comentarios ni como nos volvimos todos a ver el culo de su madre según se iba a la cocina.“Venga tíos, no seáis guarros, que es mi madre”, no dijo“Tranquilo hombre”, le respondió Pablo, “si con la mirada no la
