Negras. Ella lo notaba, pero nunca decía nada. Videos Porno Viajé, trabajé, envejecí un poco. Ella fue mi verdadero duelo.Pasaron ocho años. Me cocinaba en tanga. Con lengua espesa. Y su olor era tal como lo había soñado: a transpiración rancia, a deseo guardado, a rajita apretada que estuvo húmeda todo el día.Le lamí el cuerpo entero sin que se limpiara. Me dejaba sus calzones usados en el auto. Con lengua espesa. Ese que no se puede esconder con desodorante. Ese que no se puede esconder con desodorante. No se limpió. Bailaba. Me encantaba cuando entre la pila asomaba una tanga negra, vieja, con el elástico vencido y una pequeña mancha blanca seca en el centro. Sus amigas se fueron. Bailaba. Y su olor era tal como lo había soñado: a transpiración rancia, a deseo guardado, a rajita apretada que estuvo húmeda todo el día.Le lamí el cuerpo entero sin que se limpiara. Calzones usados y axilas morenas.Silvia no era mi tipo… o eso me repetía yo a los 18 años cuando salía con su hija. Aceptó sin dudar. Me calentaba saber que podías tocarlas.Me la cogí como si fuera la única mujer del mundo. A día vivido.
