Quedaba ya muy poca gente en la playa, pero quería comprobar si los hombres, como tú me has dicho siempre, se sentirían atraídos por mi cuerpo semidesnudo y me mirarían los senos. El cuerpo de mi mujer no tiene nada que envidiarle al de un mujer de 25-30 años. Porno Eres tú la que me has dicho que mirase –le comenté.Para no aguantar más su enfado decidí ir a dar un paseo por la orilla. Así que llegamos a la arena y extendimos las toallas. Le dije que esperara allí un momento mientras terminaba de decidirme por uno de los vestidos y que después quería ver algunas pulseras para comprar una. El otro vendedor dejó sus vestidos en la arena y comenzó a masajearme las tetas y a pellizcarme los pezones. Pese a ello, si una mujer guapa pasa por delante de nosotros, siente celos si me pilla mirándola y cree que puedo ser capaz de serle infiel algún día. El más viejo me dijo que también quería un recuerdo mío, una prenda usada por mí, con mi olor. Así, además, seguro que desaparecerían tus envidias e imaginaciones.Pero ella siempre se niega y es imposible hacerle cambiar de opinión.Los días de vacaciones fueron transcurriendo con cierta normalidad y los estuvimos aprovechando al
