Él, envalentonado por su respuesta, metió la otra mano entre sus piernas, sintiendo la calidez de su cuerpo.Los besos se volvieron más apasionados, más intensos. Porno Al llegar, al despedirse, él la tomó por la nuca con una mano y la besó. Lucía se disculpó, pero él no pudo evitar sentir una extraña emoción. La imagen de Lucía, su sonrisa, su perfume, se habían grabado en su mente de una manera que no podía ignorar.La siguiente vez que la vio, la llevó a su casa como de costumbre. Él, con una sonrisa, la miró a los ojos, antes de posicionarse entre sus piernas. Y él, con su juventud y energía, había encendido en ella una pasión que creía olvidada.Se miraron a los ojos, sabiendo que este era solo el comienzo de algo nuevo, algo emocionante. Él, con una sonrisa, la miró a los ojos, antes de posicionarse entre sus piernas. Lucía gimió suavemente, sintiendo el placer recorrer su cuerpo. Lucía se aferró a la puerta del coche, sintiendo la frescura del aire en su piel. Lucía se aferró a sus hombros, sintiendo el placer recorrer su cuerpo. Él, sin detenerse, introdujo otro dedo, mientras su boca se movía con ritmo, chupando y lamiendo su sexo.
