Tienes pocos segundos para irte si lo de allá afuera fue tan solo una provocación. Del otro lado hubo un sonido casi imperceptible, como si la pequeña puerta se hubiese abierto.Mi propia puerta se abrió y allí estaba el padre, con sus pupilas dilatadas y su respiración jadeante.–Levántate.–¿Disculpe?–Dije que te levantes. Videos Porno Él no perdió demasiado tiempo. Eso fue glorioso.Le sonreí, somnolienta, antes de murmurar:–Nunca me divertí tanto en una confesión. Así que tal vez no sería tan malo.Entré al cuarto de confesión como tantas veces antes. ¿Te gusta saber que un sacerdote está a punto de follarte?–Dios, sí.–Entonces llevaré puesta la sotana cada maldito segundo, pequeña descarada.Abrió mis piernas más ampliamente y envolví mis piernas alrededor de sus caderas, preparándome. Bueno, que se joda la sutileza–. Así que tal vez no sería tan malo.Entré al cuarto de confesión como tantas veces antes. Debía confesarme ante un sacerdote.Podría mentir, sí. Seré honesta con ustedes: siempre preferí una cama en donde follar a una iglesia en donde rezar. Sólo quiero que me arranquen la ropa y me tomen contra alguna pared, o me arrastren y me lancen sobre alguna cama y me follen tan duro como es posible.
