Cuando me di cuenta, el travesti había empezado a masajear mis nalgas y sin decirme nada había bajado mis calzoncillo hasta los muslos. Sin titubeos me preguntó si quería chupársela. Porno Que no había ido para eso. Me cogió por los hombros y comenzó lentamente a moverse y fue acelerando hasta que cabalgaba frenéticamente sobre mi. Me pidió, amablemente «sólo la cabecita» y ya no me pude negar. Es una ciudad fría y horrible. Le dije que si, que bueno. Poco a poco fue ingresando. Quizás la más fea del país. Con sus dedos untó mi culo de lubricante y empezó a correrse sobre mi. Fui a las reuniones de trabajo que tenía previstas y luego del almuerzo estaba ya libre. Por lo que había entendido era su primer día en Juliaca y era su primer cliente. Indagando en la web encontré el contacto de un travesti, que se veía bastante fornido, que ofrecía el servicio de masajes. Soy de contextura media y él (ella) era más fornido que yo, aunque no se veía gordo, sino bien formado. Con sus dedos untó mi culo de lubricante y empezó a correrse sobre mi. Por lo que había entendido era su primer día en Juliaca y era su primer cliente. Sin titubeos me preguntó
