Le dije.– Yo…Le di un par de chirlos en el culo y ella lo hizo, y mi dedo se enterró en su culo. Estaba cerrado y ella lo cerraba más.– Ves, una perra ya tendría el culo dilatado esperando la pija de su macho. Porno gratis Aún estábamos en la pileta.– ¿Y yo como sé si quiero ser una perra para vos? Al atardecer, Clara le dijo a Jose que la acompañe al supermercado para dejarnos solos. No me jodas.– Me tenes totalmente calienta, ¿que queresss?– Date vuelta. Dijo mi mujer.– ¿Por qué lo decís? No me gustan las boludas calienta pija. Ella se ahogaba, tocía, por sus mejillas caían lágrimas de las arcadas. Dije y volví a atizar el fuego.Sin decir nada se fue a la cocina. Dijo Jose.– Pendejo, solo tomo Aspirineta y por prescripción médica. Tiene 25 años y se piensa que se las sabe todas. A ella se le fueron los ojos.– Interesante. Dije y le metí una tremenda mano en el culo mientras le besaba el cuello.– ¿Estas caliente por Inés o por mí? Dije y me fui al quincho nuevamente.Ella se quedó en la pileta y al rato llegaron Jose y Clara.
