Eso nos gustaba a los dos, él lo disfrutaba y yo igual. Porno Me sonrió y con una mano me acarició la cabeza hasta llegar a la nuca para terminar presionando para que me tragara todo el rabo. No iba a protestar, cumplía con lo que le gustaba a Luis, mi macho y con lo que tanto me encantaba a mí. Salió del portal para ver mejor, los perros se me acercaron meneando los rabos, me habían reconocido.Luis me recibió contento, con esa sonrisa franca que tenía. Pero él era el maestro, sabía cómo hacerlo y cómo dar placer. – bromeé.– Pues mejor, vamos para su casa…vive aquí cerca…Salimos del parque oscuro, en la calle pude ver quién era. Se vino dos veces, yo solo una, repitió cada vez la misma operación que había hecho antes, se venía y sacaba su pinga, me comía el culo con la lengua y en un beso me daba su semen mezclado de saliva. Alguna gota cayó al suelo, la lamí. No iba a protestar, cumplía con lo que le gustaba a Luis, mi macho y con lo que tanto me encantaba a mí. Nada más entrar y cerrar la puerta de la calle, me atrajo para besarme, abrazarme y meter su mano por mi pantalón
